Agua, el llamado oro azul ¿podemos consumirla de manera responsable?

 en Bionest

EL AGUA Y LA AGRICULTURA ECOLÓGICA

El agua es muy valiosa y en Bionest lo tenemos claro. El agua es de todos, es un bien público pero lamentablemente es un recurso limitado, por esta razón es imprescindible hacer un consumo razonable de la misma.

Dependemos de La Directiva Marco de Agua (DMA), que regula a escala europea el estado de los ríos, acuíferos y humedales, para tener agua en el futuro.

En el caso de España el 70% del agua que se consume es destinada al riego con fines agrícolas, a pesar del proceso de modernización de los regadíos, gracias al cual se ha reducido un 15 % el consumo por hectárea en la última década.

Dentro del ámbito de la agricultura española, más de la mitad se destina a los cultivos herbáceos (más de 8.000 hectómetros cúbicos); frutales (2.400 hm3); patatas y hortalizas (1.700 hm3) y olivar y viñedo (1.200 hm3).

En el panorama general de la producción agrícola europea, España se clasifica como el primer proveedor con 360.416 toneladas / año, y en el sexto lugar entre los 10 principales productores del mundo. Por ello la optimización del uso del agua y un manejo preciso del riego para el cultivo a través de estrategias agrícolas que encuentran un compromiso entre la producción, la calidad y el medio ambiente es un objetivo principal para los nosotros, los agricultores.

TIPOS DE RIEGO

Si analizamos los distintos tipos de riego, según la energía requerida para la captación y distribución del agua, los sistemas de riego pueden ser clasificados en:

Gravedad: El agua es captada y distribuida contando con la energía generada por el diferencial de altura entre el punto de captación y el área de regadío.

Energía motriz: El nivel del agua está por debajo del nivel del área de regadío o a una altura insuficiente para distribuirse con la presión adecuada. En este caso el agua es captada y distribuida utilizando energía producida por un sistema de bombeo, impulsado por un motor a combustible o eléctrico, ariete, bomba eólica o manual.

Sistema mixto: Dependiendo de la ubicación de la fuente de agua y del área de regadío, es posible combinar los dos sistemas anteriores, de tal manera de captar y elevar el agua mediante energía motriz y distribuirla por gravedad o viceversa.

Inundación: El agua es distribuida superficialmente sobre el terreno de regadío, inundándolo totalmente o en partes. Este sistema puede subdividirse en:

  1. Inundación en superficie total, cuando toda la superficie de regadío es inundada por el agua
  2. Inundación parcial o por surcos, cuando la superficie de regadío está conformada por surcos y camellones y el agua es distribuida a través de dichos surcos.

Aspersión: El agua es distribuida a través de aspersores, los cuales producen gotas de agua de diferentes tamaños, imitando una precipitación natural. Micro aspersión: Es una modificación del sistema de aspersión tradicional que permite asperjar el agua a poca distancia de la planta y de manera localizada.

Goteo: El agua es distribuida de manera localizada, por gotas, a través de goteros instalados en mangueras de goteo, pequeños reservorios (galones, bambú, etc.) o tuberías de distribución.

Este último, el sistema de riego por goteo, es el predominante en nuestros cultivos.

Se trata de un método que permite una gran optimización de agua y abonos. El agua aplicada se infiltra en el suelo irrigando directamente la zona de influencia.

¿Por qué utilizamos el riego por goteo?

Por sus múltiples ventajas:

  • Reduce de manera importante la evaporación del agua en el suelo.
  • Permite el aporte controlado de nutrientes con el agua de riego sin pérdidas por lixiviación con posibilidad de modificarlos en cualquier momento del cultivo.
  • Debido al mantenimiento de humedades altas, permite el uso de aguas más salinas para el riego que los sistemas de irrigación por superficie y por aspersión.
  • Reduce la proliferación de malas hierbas en las zonas no regadas.

FUENTES DE RIEGO

Hablando de tipos de fuentes de riego utilizadas en España, si atendemos al total de la superficie regada, encontramos lo siguiente:

  • El 68 % se riega con aguas superficiales (agua en balsas, agua de lluvia o ríos), esta es sin duda la fuente más común, ya que para disponer de ella no es requerida una instalación de equipos hidráulicos complejos.
  • El 27% se nutre de aguas subterráneas. Para utilizar el agua de esta fuente es necesario incluir cierta tecnología en las instalaciones del campo de cultivo. Es un método de riego cada vez más popular por su máxima eficacia, ya que evita el despilfarro de agua.
  • El 6% restante se abastece de aguas residuales, depuradas y desaladas. La tecnología no es todo, el riego a pequeña escala y el uso de aguas residuales urbanas pueden incrementar la productividad del agua, tanto como los cambios de la tecnología de riego. La reducción de la carga contaminante de las aguas residuales de fincas, industrias y áreas urbanas permitiría que una buena parte se destinará al riego. Los beneficios potenciales del riego con aguas residuales son enormes.

Estos son algunos de los datos que se extrajeron con motivo del Día Mundial del Agua en el que las administraciones y las organizaciones ecologistas y agrarias ponen el foco en la necesidad de mejorar la gestión de los recursos disponibles para un uso más sostenible que garantice su disponibilidad futura.

En Bionest nos hacemos cargo de la situación y es para nosotros un deber y una prioridad, desarrollar unos planes hidrológicos con medidas que aseguren que en el futuro tengamos agua y que esta se mantenga en un estado óptimo.

Con esta premisa, trabajamos teniendo siempre presentes las distintas confederaciones hidrográficas y los diferentes actores afectados para conseguir:

  • Planes de gestión realistas, de acuerdo a la Directiva Marco de Agua.
  • Hacer un uso razonable y responsable del agua.
  • Lograr la «recuperación de costes», a la que obliga la Directiva Marco de Agua.

NUESTRO I+D+i EN REDUCCIÓN DE RIEGO

En Bionest, cada gota de agua cuenta, es por ello que nuestros equipos de riego optimizan el gasto de este precioso recurso, pensando siempre en mimar el agua dulce de los acuíferos, ríos y embalses de nuestra zona.

Hacemos una gran inversión anual en estudios y ensayos para reducir el aporte de agua a los cultivos como una alternativa de gran potencial, para optimizar el consumo de agua en zonas donde los recursos hídricos son limitados.

Para conseguir un rendimiento óptimo de nuestros sistemas de riego es necesario tener un profundo conocimiento del campo y de las dificultades técnicas y operativas que se presentan en los cultivos durante todo el año.

Bionest cumple estrictamente las normas de producción ecológica y comercialización. Estas están en continua revisión y obtenemos la renovación de la certificación ecológica anualmente. Las principales normas a tener en cuenta son:

  • La gestión sostenible del suelo y el agua.
  • El correcto tratamiento de residuos.
  • El control de la flora y la fauna preservando la biodiversidad.

Una de nuestras apuestas más fuertes para disminuir el consumo hídrico es utilizar y recuperar las aguas fluviales. Nuestro departamento de I+D+i estudia y desarrolla variedades de fresas ecológicas, frambuesas ecológicas, moras ecológicas y arándanos ecológicos que requieran de una menor aportación de agua.

El resultado es extraordinario,
a que estamos optimizando variedades que crecen más saludables
en entornos más secos.

En una entrevista en la revista mercados nuestro Director comercial Thomas Cera ponía de manifiesto el firme compromiso de la compañía con el medio ambiente “Nuestro objetivo es que estos avances nos ayuden a reducir los costes y, por tanto, a mantener la inversión en investigación”.

El gran ímpetu que ponemos para aportar valor en la reducción de recursos hídricos es esencial para preservar los suelos y el agua. Esto se refleja en los resultados de nuestros ensayos.

NUESTROS ENSAYOS

Queremos compartir con vosotros algunos de los resultados de los que estamos especialmente orgullosos:

A largo plazo, la visión de Bionest siempre ha sido y será cuidar nuestro medio de vida, la flora y fauna de este maravilloso entorno natural en el que nos encontramos.

El uso y consumo de agua ha crecido y seguirá creciendo en el sector agroalimentario y es prioritario encontrar soluciones para tener una agricultura sostenible proponiendo e indagando día a día en nuevos modelos y técnicas de riego que incrementen la eficacia de los recursos hídricos y aporten un valor añadido al futuro de este sector.

En Bionest ponemos todo nuestro empeño para definir y comunicar día a día nuestra filosofía sobre un tema tan delicado como el correcto uso de las aguas pluviales en la agricultura ecológica, así como todas y cada una de las normativas planteadas para el cuidado de la tierra y el entorno tan maravilloso en el que nos encontramos.

HACIA UN FUTURO SOSTENIBLE

Nosotros consideramos que la conservación de agua en estado óptimo es posible si cuidamos del entorno, siendo responsables y conscientes de que las acciones que llevamos a cabo ahora tendrán consecuencias en el futuro.

Por eso, queremos proponeros ideas de mejora de rendimiento, compartiendo con vosotros algunas de la buenas prácticas que llevamos a cabo:

  • Transparencia y responsabilidad. A medida que el agua escasea es necesario que los agricultores seamos capaces de contabilizar el gasto anual de agua y ponerlo a la disposición pública con el fin de evitar el despilfarro, penalizando a aquellos que se excedan en su consumo innecesariamente.
  • Reducción del consumo anualmente mediante el cálculo de la dosis y frecuencia de riego e introduciendo nuevos sistemas de regadío.
  • Mejora de la gestión de las cuencas hidrográficas. Optimizando su uso.
  • Mantenimiento de instalaciones. No riega mejor la instalación más cara, sino la mejor cuidada. Se ha de crear el hábito de cuidar las instalaciones de riego, los detalles, lo que supondrá una mayor comodidad en el trabajo y la satisfacción de saber que no se está desperdiciando un recurso tan escaso como es el agua.

Ahora bien, la gran pregunta que nos formulamos todos los agricultores y profesionales del sector es:

¿Seremos capaces de aplicar las medidas pertinentes para mantener el rendimiento de nuestros cultivos reduciendo el consumo hídrico? ¿Podremos entre todos buscar soluciones viables creativas a largo plazo?

En Bionest somos plenamente conscientes del valor del agua en el marco del cultivo ecológico y de lo necesaria que es para todos en nuestro día a día, pero también somos optimistas y pensamos que si cada uno de nosotros pone su granito de arena podremos preservar nuestro preciado oro azul.

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